
Todo llega al mar, y ninguno más que los plásticos. Ahora hay cinco islas flotantes de plástico en diferentes océanos en todo el mundo, y la isla más grande incluso tiene un nombre, el Gran Parche de Basura del Pacífico, que es tres veces el tamaño de Francia. Ubicado entre California y Hawái, es el depósito de desechos oceánicos más grande del mundo, con 1.800 millones de piezas de plástico flotante que matan a miles de animales marinos cada año.
Por supuesto, ahora sabemos que el 35 % de los desechos se originan en países ricos y el 50 % de estos desechos se exportan a países en desarrollo. Al mismo tiempo, el 70 % de los países en desarrollo gestionan mal sus propios residuos y carecen de infraestructura para recoger y reciclar residuos. Finalmente, el 90% de todos los desechos plásticos ingresan a los océanos a través de los ríos, principalmente a través de unos pocos cientos de ríos en Asia, África y América Latina.
Han surgido muchos proyectos que buscan abordar el problema de la contaminación plástica al final de su recorrido. En Bitcoin Beach en El Salvador, uno de los proyectos financiados por los filántropos de Bitcoin es la recolección de plásticos en el río antes de que lleguen al mar.
Plastiks.io es otro proyecto que aborda los juegos finales, identificando proyectos de limpieza y reciclaje creíbles típicamente en países en desarrollo que son financiados por empresas o personas filantrópicas en el oeste.
Plastic Bank, con sede en Canadá, también trabaja para alentar a los administradores a recolectar plástico de los océanos y, hasta la fecha, afirma que sus Ocean Stewards han impedido que más de 64 millones de kilogramos de plástico ingresen al océano.
En 2014 en Malasia, estudiantes de la Universidad de Nottingham, entonces dirigidos por un cofundador de la aplicación DeFi Alluo, Remi Tuyaerts, participaron en una serie de empresas sociales, incluida una que usa moscas soldado negras para comer desechos y otra que convierte plástico en bolsas de frijoles que emplean a personas sin hogar. Estos negocios siguen prosperando.
En 2019, la playa de la bahía de Manila en Filipinas se llenó de tantos desechos plásticos que se ganó el apodo de…
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